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Preguntas Frecuentes


¿Qué es un trasplante?

Un trasplante de órganos es un tratamiento médico realizado cuando existe una falla irreversible de un órgano y ya se han evaluado todas las otras alternativas de tratamiento para recuperarlo. Consiste en la extracción del órgano que falla y su reemplazo por uno sano proveniente de un donante.

La donación de órganos es un acto individual en el que una persona decide ser donante o que un familiar lo sea, con el fin de ayudar a otras personas. En Uruguay, la ley establece que todos los uruguayos son donantes excepto que se exprese lo contrario.

Uruguay se destaca por tener las tasas más altas de donación. Asimismo, es considerado entre los referentes mundiales en materia de políticas de trasplante y donación, siendo pionero en América Latina conjuntamente con Argentina y Brasil.

En nuestro país, todos los pacientes del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) conforman la misma lista de espera independientemente del lugar donde se asistan, sea en Montevideo, en el interior, en lugares públicos o privados.

El Fondo Nacional de Recursos (FNR) es quien financia los trasplantes de riñón, hígado, pulmón, corazón y médula ósea, así como la medicación inmunosupresora, la cual no tiene costo para el paciente.

El Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos (INDT) es la organización responsable de posibilitar a todo integrante de la población que así lo requiera, sin distinción de naturaleza alguna más que la pertinencia terapéutica, el acceso equitativo y oportuno a los beneficios de una atención integral en materia de trasplantes de células, tejidos y órganos y medicina regenerativa.

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¿Qué clases de trasplantes existen?

Hay dos tipos de trasplante de hígado, según de donde provenga el órgano:

·         Donante fallecido – Según la Ley uruguaya toda persona mayor de edad que, en pleno uso de sus facultades, no haya expresado su oposición a ser donante, se presumirá que ha consentido a la ablación de sus órganos, tejidos y células en caso de muerte, con fines terapéuticos o científicos. En el caso de menores de edad o personas incapaces, el consentimiento a la ablación deberá ser otorgado por su representante legal.

·         Donante vivo – En el caso de los niños, el número de posibles donantes es menor que el número de pacientes que necesitan un trasplante. Por este motivo, algunas veces el padre, la madre, un familiar o una persona próxima al paciente pueden donar un trozo de su hígado. Esta persona candidata a ser donante vivo debe ser mayor de edad, y tiene que otorgar su consentimiento de manera libre y voluntaria, sin coacciones médicas, familiares o sociales. La ventaja principal del donante vivo es que se evita un posible período largo en la lista de espera, de modo que se puede planear el momento para trasplantarle. Pero el trasplante de donante vivo también tiene desventajas. La principal es tener que operar a una persona que está sana con los riesgos que ello comporta. Es primordial tener en cuenta que no todas las personas que lo desean pueden ser donante vivo.

¿Qué sucede cuando me informan que necesito un trasplante?

 

La noticia de que necesitas un trasplante de hígado generalmente viene acompañada de explicaciones de porqué, de los beneficios y los riesgos asociados, etc.

La noticia del trasplante puede generar un bloqueo emocional que dificulte asimilar y procesar el cúmulo de información asociada.

Igualmente es importante que el paciente realice todas las preguntas que necesite en ese momento y que luego vaya anotando las que le surjan más adelante para no olvidar plantearlas en las consultas posteriores. Es importante que el paciente cuente con la información que requiera y que se asegure que esa información provenga de fuentes acreditadas y fiables.

La noticia puede percibirse tanto por el paciente como por su círculo de allegados con la ilusión de que un nuevo órgano le devuelva la calidad de vida perdida, o con desesperanza porque percibe el trasplante como la única posibilidad de sobrevivir.

Particularmente en esta etapa pueden aparecer el miedo (a la enfermedad, a la cirugía, a la futura realidad que es desconocida, al rechazo, etc.), la negación como mecanismo de defensa (evitando hablar de la situación y de la enfermedad), el enojo (¿por qué a mí?), la culpa (sobre el origen de la enfermedad o sobre situaciones supuestas de diversa índole), la ansiedad (que si es muy elevada puede interferir con la calidad de vida el paciente y su familia), el aislamiento (es importante contar con una red de apoyo), la dependencia (lo que puede generar sentimientos de inutilidad y baja la autoestima), la tristeza (sentimiento natural por la situación, siempre que no se transforme en depresión).

El muy importante el apoyo psicológico de un profesional, la contención de los familiares y el acompañamiento del entorno relacional durante el proceso.

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¿Cuánto debo pagar si necesito un trasplante?

 

El Fondo Nacional de Recursos (FNR) es quien financia los trasplantes de riñón, hígado, pulmón, corazón y médula ósea, así como la medicación inmunosupresora necesaria luego de la cirugía. Nada de esto tiene costo para el paciente.

El Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos (INDT) es la organización responsable de posibilitar a todo integrante de la población que así lo requiera, sin distinción de naturaleza alguna más que la pertinencia terapéutica, el acceso equitativo y oportuno a los beneficios de una atención integral en materia de trasplantes de células, tejidos y órganos y medicina regenerativa.

¿En qué consiste la evaluación pretrasplante?

 

Una vez que el paciente con insuficiencia hepática es derivado al Programa de Trasplante Hepático para su evaluación, la evaluación se realiza en el HCFFAA y requiere una internación de tres días. Durante ese tiempo, el paciente se relacionará con varios integrantes del Equipo de trasplante y se le realizarán diferentes exámenes de laboratorios, estudios y evaluaciones médicas, los que dependerán de la condición general del paciente, su edad y la causa de la enfermedad.

Entre los estudios más habituales están: análisis de sangre, radiografía de tórax, ecocardiograma, ergometría, tomografía, resonancia magnética, funcional respiratorio, endoscopía digestiva y colonoscopía. Además, tendrá consultas con médicos de distintas especialidades, nutricionista y trabajador social.

Durante este proceso el paciente recibirá mucha información y además podrá realizar las preguntas que entienda necesarias acerca de su enfermedad y del trasplante. Por ello es importante que esté acompañado de algún integrante de su grupo de apoyo (familiares, amigos, allegados).

Una vez que estén disponibles los resultados, el Equipo de trasplante los analizará y junto a la evaluación de si el paciente se encuentra en condiciones físicas, síquicas y sociales para recibir el trasplante, determinará los riesgos y virtudes respecto a si es el momento indicado para incluir al paciente en la lista de espera o si se requiere información adicional.

Si la conclusión es que el paciente reúne las condiciones para ser incluido en la lista de espera, se le informará tal situación y será éste quien tome la decisión final y en su caso iniciará los trámites administrativos correspondientes ante el FNR a través de su prestador de salud.

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¿Cómo ingreso a la lista de espera para el trasplante? ¿Qué es el MELD?

 

La lista de espera es una nómina integrada por todos los pacientes que en el país esperan un hígado para ser trasplantado. En nuestro país, todos los pacientes del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) conforman la misma lista de espera independientemente del lugar donde se asistan, sea en Montevideo, en el interior, en lugares públicos o privados.

El orden de prioridad está determinado por el grado de urgencia médica.

La asignación de un hígado no se relaciona con el tiempo de inclusión en la lista.

Para establecer ese orden de prioridad para recibir el órgano, se asigna un puntaje denominado MELD.

 

MELD o Modelo para Enfermedades Terminales del Hígado (por sus iniciales en inglés) es una escala numérica que va del 6 (menos enfermo) al 40 (gravemente enfermo).  El número o puntaje se calcula mediante una fórmula basada en los resultados de tres pruebas rutinarias de laboratorio:

·         nivel de bilirrubina (mide la eficacia con que el hígado excreta la bilis)

·         tiempo de protrombina (mide la habilidad del hígado para producir factores de coagulación de la sangre)

·         creatinina (mide la función de los riñones).

Estos puntajes se van revisando periódicamente ya que van variando las situaciones de todos los pacientes incluidos en la lista.

Hay diversos factores que afectan los tiempos de espera del trasplante:

·         la disponibilidad de órganos

·         el puntaje según la escala MELD

·         el grupo sanguíneo del paciente

·         el grado de cumplimiento del paciente respecto a los análisis que se le indiquen y el mantenimiento de las condiciones físicas, síquicas y sociales para recibir el trasplante.

¿Cómo se determina la compatibilidad entre donante y receptor?

La compatibilidad entre donante y receptor se determina de acuerdo al grupo sanguíneo y al tamaño del cuerpo.

  • Grupo sanguíneo - Debe existir identidad de grupo sanguíneo entre el paciente que recibe el trasplante y el donante del hígado.
  • Tamaño del cuerpo - Con objeto de que el volumen del hígado trasplantado no sea ni demasiado grande (podrían existir problemas para caber en el abdomen del receptor del trasplante) ni demasiado pequeño (podría ser insuficiente para la vida del paciente), es necesario que exista una cierta similitud de peso corporal entre el paciente y su donante.


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¿Qué profesionales acompañan al paciente durante el proceso?

A lo largo de este proceso y luego del trasplante, el paciente y su familia serán acompañados por los integrantes del Programa de Trasplante que se conforma con hepatólogos, enfermeros especializados en trasplante, cirujanos, anestesistas, psiquiatras, radiólogos, cardiólogos, trabajadores sociales, farmacéuticos, dietistas, infectólogos, personal administrativo y especialistas de cualquier otra rama que se requiera en su caso.

Es de suma importancia para alcanzar los mejores resultados, el contar con un sistema de apoyo sólido. Esto significa que el paciente debe tener familiares o amistades con voluntad y disponibilidad para acompañarlo a los controles médicos y que cuiden del paciente antes y después del trasplante.

El paciente es la parte más importante en este proceso, no solo porque es a quien se practicará el trasplante, sino porque el éxito del trasplante se relaciona directamente con el acatamiento del plan de medicación, de las consultas médicas y de las reglas establecidas por el Equipo del trasplante. Además, debe mantener una dieta nutritiva, un plan de mantenimiento físico y adecuadas conductas en aspectos tales como vacunas, cuidados de la piel, salud bucal, higiene, animales de compañía, etc.

¿Qué sucede luego de que me incluyen en la lista de espera?

 

El paciente y los referentes designados por él deben proporcionar más de un número de teléfono fiable y estar seguros de estar siempre localizables. A partir del ingreso a la lista de espera, en cualquier momento puede sonar el teléfono con un posible donante.

Una vez en lista de espera, el paciente no debe viajar ni trasladarse a más de dos o tres horas de distancia del Hospital sin haberlo coordinado con el Equipo de Trasplante.

Cuando aparezca un órgano adecuado, el Equipo de Trasplante estará preparado para hacer la intervención quirúrgica y llamarán enseguida al paciente.


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¿Qué debo hacer para cuidarme antes del trasplante?

Con la finalidad de llegar al trasplante en las mejores condiciones posibles, es imprescindible mantener hábitos de vida saludables y aprender a prevenir e identificar posibles complicaciones que se puedan presentar durante la espera.

Son hábitos de vida saludables todas las conductas diarias que inciden en el bienestar físico, mental y social, entre los que se encuentran:

·         Controles médicos – Continúe consultando a los médicos de rutina en su servicio de salud y realizando los exámenes médicos rutinarios con los médicos del Programa de Trasplante.

·         Alimentación – Una alimentación saludable debe ser completa, variada y adaptada a las necesidades y a las circunstancias de cada individuo. En el caso de los pacientes en lista de espera de trasplante hepático, la alimentación va dirigida principalmente a evitar la desnutrición u obesidad que pueden llegar a contraindicar o empeorar el resultado del trasplante, además de prevenir o mejorar otras complicaciones (ascitis, infecciones, problemas de cicatrización, úlceras y calidad de vida del paciente).

·         Actividad física – Siempre que la situación clínica lo permita, es importante practicar algún tipo de ejercicio físico regularmente. Durante la espera del trasplante, una actividad física adecuada permitirá reducir la fatiga y el riesgo de caídas, mejorar la resistencia, prevenir complicaciones durante la cirugía y facilitar la recuperación luego del trasplante.

·         Abstenerse de consumir sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, drogas ilegales, etc.).

·         Higiene – Es importante adoptar medidas para evitar todo foco de infección, por lo cual la adecuada higiene del cuerpo y el cuidado de la salud bucal son aspectos importantes a tener en cuenta en todo momento.

·         Vacunas – Mantener las vacunas al día ayuda a mejorar la inmunidad frente a enfermedades que pueden ser una complicación para la realización del trasplante.

·         ¡Viva la vida! – En la medida que su estado de salud se lo permita, trabaje, lea, escuche música, participe en grupos de apoyo, planifique actividades recreativas, pase tiempo con sus familiares y amigos.

 

Para evitar situaciones no deseadas de último momento, hay que tener previsto de antemano cómo llegar al Hospital el día del trasplante y tener calculado el tiempo que llevará el traslado. Es recomendable contar con un plan de transporte alternativo para el traslado al Hospital.

El importante tener preparado un bolso con las cosas necesarias para la estadía en el Hospital o las cosas que simplemente le gustaría llevar consigo.

 

¿Cómo actuar cuando el Equipo de salud me llama para avisarme que llegó el momento de mi trasplante?

 

Cuando llegue el momento, un integrante del equipo de salud se comunicará con el paciente informándole de la existencia de un posible donante.

Lo principal es tratar de mantener la calma y escuchar atentamente las recomendaciones que reciba.

Quien lo llame le indicará el tiempo de que dispone para llegar hasta el centro de trasplante y le indicará además si va en condición de primer candidato al trasplante o bien si es en condición de suplente (backup) en caso de que el primer candidato no pueda ser trasplantado.

A partir de la llamada, el paciente no debe comer ni beber nada a menos que se le indique lo contrario; tampoco debe fumar.

Debe avisar a quien esté definido que le acompañe durante el trasplante e iniciar las acciones para el traslado al Hospital. Designe a una persona para que se encargue de avisarle al resto de su familia y amistades.

Recuerde llevar sus medicamentos y la documentación personal y médica necesaria.

Al llegar al Hospital se le realizarán estudios necesarios para la evaluación previa a la cirugía (electrocardiograma, exámenes de sangre, etc.).

El importante recalcar que no siempre que uno recibe un llamado, significa que el trasplante se llevará a cabo. Pueden presentarse complicaciones en relación al hígado del donante, que se descubra una enfermedad en el donante que determine la inconveniencia de realizar el trasplante, que se descubra que el hígado no era apropiado para el paciente como inicialmente parecía, que al llegar al Hospital se detecten en el propio receptor situaciones clínicas que determinen la inconveniencia de realizar el trasplante, etc.



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¿Cómo transcurre el día mismo del trasplante?

 

La duración de la cirugía oscila en general entre seis y diez horas, dependiendo de las dificultades técnicas que puedan presentarse.

·         Preparación quirúrgica – El paciente deberá tomar una ducha completa con agua y jabón seguida del lavado con jabón antiséptico y el rasurado de la zona quirúrgica. Hecho esto, permanecerá en la cama y en ayunas hasta ser trasladado al quirófano.

·         En el quirófano – Se inicia la cirugía bajo anestesia general y raquídea, retirando el hígado enfermo para poder colocar el hígado sano (injerto). Una vez unidos todos los vasos sanguíneos que conectan el hígado con el resto del cuerpo, se une la vía biliar. Se colocan los drenajes que requiera la cirugía y que serán retirados en los días siguientes.

Los familiares y amigos que estén en la sala de espera estarán siendo informados sobre el avance de la cirugía.

·         Unidad de Cuidados Intensivos – Al finalizar la intervención, trasladarán al paciente al CTI donde va a despertar de la anestesia y estará monitoreado para asegurarse de que esté bien, para evitar el dolor ocasionado por la cirugía y que el nuevo hígado funcione sin problemas.

Se le suministrarán los medicamentos requeridos, entre los cuales estará la medicación inmunosupresora para evitar que el sistema inmune “ataque” contra el hígado trasplantado (el rechazo).

Los familiares podrán visitarlo en CTI y las conexiones a los aparatos de monitoreo se irán retirando paulatinamente. Podrá salir del CTI de tres a siete días después de la cirugía, dependiendo del cuadro clínico.

·         Sala de aislamiento – Completará la recuperación en una sala con condiciones de aislamiento que minimicen su exposición a gérmenes que puedan afectar su salud ya que por el momento su cuerpo estará sin defensas. En esa sala habrá un monitoreo especial por parte del personal de enfermería y estará con el paciente la persona responsable de acompañarlo y cuidarlo. Todos los que interactúen con el paciente utilizarán los equipos de protección correspondientes (bata, tapabocas, guantes, gorra y zapatones).

·         Puede mantener el contacto con el resto de los familiares y amigos a través del móvil, chats, videoconferencias... Pronto podrá verlos a todos. ¡Todas estas medidas son para protegerlo!

 

Aunque este procedimiento de trasplante ha revolucionado el tratamiento de enfermedades graves del hígado y es seguro y eficaz, es de suma importancia que los pacientes acaten ciertas recomendaciones para asegurar el éxito del trasplante.

 

¿Qué problemas pueden aparecer después del trasplante?

 

Si bien la gran mayoría de las cirugías de trasplante son exitosas, pueden producirse complicaciones después de un trasplante de hígado, entre ellas:

o   Rechazo – Nuestro sistema inmunológico es el encargado de proteger al organismo de sustancias extrañas que pueden ser perjudiciales, como virus, bacterias, toxinas y de agentes invasores; el hígado nuevo será visto como un elemento extraño al que tratará de atacar (rechazo).

Para prevenirlo es que se administran los medicamentos conocidos como inmunosupresores.

Si se produce un rechazo, suele darse en los primeros tiempos luego del trasplante y en la mayoría de los casos se detecta en los exámenes rutinarios de laboratorio.

El diagnóstico y tratamiento a tiempo es importante y en la gran mayoría de los casos el tratamiento es muy eficaz.

o   Infecciones – El tratamiento inmunosupresor protege frente al rechazo, pero también disminuye las defensas del cuerpo en general, por lo que existe un riesgo más alto de infección. Este riesgo es más elevado en los primeros meses posteriores al trasplante, o cuando los niveles de inmunosupresión son más elevados.

o   Sangrado – Siempre que se realiza una operación puede haber pérdida de sangre en la zona de la intervención. Si esto ocurre durante la operación, el equipo de cirugía puede controlar en el momento la zona que sangra. Si es posterior a la cirugía, hay diferentes medidas para detener el sangrado: tratamientos médicos, intervenciones de radiología intervencionista o una nueva cirugía.

o   Toxicidad de los medicamentos – Los inmunosupresores a pesar de ser imprescindibles para evitar el rechazo del hígado trasplantado, también pueden tener una serie de efectos secundarios. Estos efectos pueden ser más evidentes en caso de tomar más cantidad de la indicada, si no se respeta el tiempo entre cada dosis o si se toman con determinados alimentos.

Aunque son muchos los efectos secundarios descritos por los medicamentos, no necesariamente ocurren y en la mayoría de los casos que se presentan, suelen ser reversibles, desapareciendo a medida que se van disminuyendo las dosis.

Siempre ayudará seguir una dieta equilibrada y variada, practicar actividad física con regularidad, consumir abundante agua y evitar sustancias tóxicas.

Es importante tomar la medicación tal como se indique y preguntar cualquier duda.

o   Estenosis/Trombosis de los vasos – Las arterias y venas que se unen durante el trasplante son tubos muy pequeños y que en ocasiones se pueden tapar. Si esto ocurre, la sangre no pasará de forma adecuada por el nuevo hígado y puede alterar su funcionamiento. Las ecografías que se realizan tras el trasplante ayudan, entre otras cosas, a ver cómo entra y sale la sangre del hígado. Hay diferentes medidas para intentar reparar esta complicación en función del momento en el que ocurre, desde tratamientos médicos, intervenciones de radiología intervencionista o una nueva cirugía.

o   Estenosis/Fuga biliar – Como ocurre con los vasos, que pueden sangrar, estrecharse o taparse, también se pueden dar estas complicaciones en la vía biliar, que son los conductos encargados de llevar la bilis desde el hígado hasta el intestino. También hay diferentes medidas para su reparación en función del momento en el que se diagnostican este tipo de complicaciones: tratamientos médicos, intervenciones de radiología intervencionista, cirugías.

o   Fallo primario del injerto – Es una complicación muy rara, pero muy grave. En ocasiones muy excepcionales, una vez acabada la cirugía del trasplante, el nuevo hígado no funciona. Si esto ocurre, debe realizarse un nuevo trasplante lo más rápido posible.



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¿Cómo sigue mi vida cuando vuelvo a mi casa?

·         Una vez que el paciente esté en casa deben mantenerse situaciones y conductas que lo protejan durante los primeros días en los que mantiene una situación de bajas defensas.

o   Antes de que llegue a casa se debe hacer una limpieza general, evitando la existencia de humedades en las paredes porque favorecen la aparición de hongos y bacterias, evitar las alfombras y elementos como peluches o similares por la acumulación de polvo.

Es importante ventilar la casa y en particular su habitación, por al menos diez minutos cada día.

Evite hacer obras de construcción en casa hasta que haya pasado un año del trasplante.

o   Durante las primeras semanas es importante limitar el contacto con otros, en particular con personas que puedan tener alguna infección: resfriados, gripe, varicela, sarampión, gastroenteritis, paperas... y por supuesto, con cualquier persona que tenga fiebre.

o   El fundamental respetar las indicaciones que reciba respecto a la alimentación y consumir abundante agua. Los utensilios deben ser de uso exclusivo del paciente.

o   Lavarse las manos, además de ser un hábito necesario para todos, es la medida más importante para prevenir infecciones.

o   El cuidado de la piel es un aspecto importante en esta etapa. Entre las medidas básicas, es recomendable una ducha diaria con jabón neutro, aprovechando para observar si aparece alguna lesión en la piel, secar bien la piel, los pliegues y la zona entre los dedos de los pies, ya que la humedad favorece la infección por hongos. Es recomendable utilizar siempre una toalla solo para el paciente y no compartir los elementos personales del baño con otras personas.

o   La salud bucal es otro aspecto para cuidar.  Es importante cepillarse los dientes después de cada las comida, utilizando preferentemente un cepillo suave y pasta de dientes con flúor. También puede hacer enjuagues bucales con flúor para mejorar la higiene bucal.

o   Al concurrir al Hospital para los controles médicos, es muy importante utilizar tapabocas. En casa no es necesario su uso, a menos que haya alguien enfermo que pueda contagiar.

o   Evitar los lugares públicos cerrados y con mucha gente (restaurantes, cines, centros comerciales, etc.) y limitar las visitas en casa. La utilización de la máscara y la limitación de visitas es temporal. A medida que pasen las semanas, el equipo médico dará más libertad de movimiento.

Puede salir a pasear por zonas tranquilas, especialmente si hace un buen día.

o   Si tiene mascotas, deben estar correctamente vacunadas, desparasitadas y seguir los controles veterinarios oportunos.

 

·         Seguimiento ambulatorio – Luego de salir del Hospital tendrá controles en policlínica, los que al principio serán bastante frecuentes (semanales en los primeros meses) y luego se irán espaciando (cada 6 meses).

En estas consultas, el Equipo de salud realizará un seguimiento de cómo se encuentra el paciente, controlará su peso y talla y hará análisis de sangre (incluidos los niveles de inmunosupresión), ecografías y otros estudios que entienda necesarios según el caso. En estas instancias se irá ajustando la medicación prescripta conforme a la evolución clínica.

Son instancias válidas para preguntar y comentar con el Equipo las dudas o inquietudes; ayudará traerlas anotadas.

 

Más allá de los controles programados, el paciente debe estar atento a cualquier situación que pueda generar alertas por las que debe consultar:

o   fiebre alta

o   diarrea, náuseas o vómitos de más de 24 horas de evolución

o   picor generalizado

o   herpes, ampollas o lesiones en boca, lengua o labios

o   temblores en manos o brazos

o   sensación de ahogo

o   tos persistente

o   molestias al orinar

o   orina de color oscuro

o   dolor abdominal

o   decaimiento persistente

o   coloración amarillenta de la piel o zona blanca de los ojos

o   dolor o golpe considerable en la zona del hígado


 

¿Qué cuidados debo tener luego del alta?

Luego del trasplante es necesario seguir cuidando ciertos aspectos de la vida cotidiana, a efectos de cuidar el trasplante y de minimizar los riesgos asociados a la nueva condición de salud.

Algunos de los aspectos a considerar son:

 

·         Medicación

La medicación inmunosupresora, que es imprescindible después del trasplante, tiene el objetivo de debilitar el sistema inmunológico para prevenir el rechazo. Si bien con el correr de los meses se irán ajustando las dosis para minimizar esta medicación, es claro que el paciente estará más expuesto a contraer enfermedades o bien que los tiempos de recuperación sean más extensos que si no tomara esta medicación.

Los inmunosupresores tienen efectos secundarios y dependen del tipo de medicamento y de la cantidad. Los principales efectos son la hipertensión (tensión arterial alta), aumento de la glucosa en sangre (diabetes), alteración de la función renal, alteraciones de la visión, disminución de los reflejos, disminución de las células de su sangre, aumento del colesterol, somnolencia y molestias gastrointestinales y otros de menor importancia como la aparición de temblor, dolor de cabeza, acné y enrojecimiento e hinchazón de las encías.

Como norma general, al principio tomará muchos medicamentos, pero la cantidad de medicación se va reduciendo progresivamente a lo largo de los primeros meses.

Es importante tomar la medicación tal como se indique y preguntar cualquier duda por simple que parezca.

Bajo ningún concepto debe dejar de tomarse la medicación o modificarse las dosis por cuenta propia. Dejar de tomarlos puede significar el fracaso del trasplante.

·         Cuidado de la piel

Debido al aumento de la sensibilidad frente al sol por la toma de medicación, es recomendable reducir la exposición solar. Evitar la exposición al sol durante las horas de mayor radiación y utilizar cremas con un factor de protección 50 o superior. Utilizar gorro para proteger la cabeza.

Es deseable realizar anualmente una consulta con el dermatólogo.

·         Higiene bucal

Es importante cepillarse los dientes después de cada comida, utilizando preferentemente un cepillo con cerdas suaves para no dañar las encías, y pasta de dientes con flúor.

En caso de usar prótesis, debe lavarse a fondo luego de las comidas.

Las consultas periódicas al odontólogo son importantes para prevenir la aparición de caries e infecciones.  En caso de requerir un procedimiento dental, el médico debe evaluar el suministro de antibióticos.

·         Cuidado de la vista

Los corticoides pueden provocar alteraciones en los ojos, por lo cual se debe consultar periódicamente al oftalmólogo ante cualquier cambio o molestia en la visión.

·         Ejercicio y actividad física

Establecer una rutina de ejercicios será muy importante, tanto para mantener hábitos saludables de vida que contribuyan a la recuperación y el bienestar general, como también para reducir el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, obesidad, aumento del colesterol, osteoporosis, etc.

El conveniente consultar al médico especialista sobre los tipos de ejercicios que puede realizar luego de la cirugía y si es posible, realizarlos con la supervisión de profesionales del deporte.

·         Abstinencia de sustancias tóxicas

Estar en ambientes con humo de cigarrillo o poco higiénicos, fumar y beber alcohol, son conductas que, además de ser perjudiciales para la salud en general, pueden interferir en la absorción de los medicamentos y producir alteraciones en los sistemas respiratorio y circulatorio.

·         Vacunas

La condición de inmunosupresión del paciente trasplantado determina que no puede recibir vacunas de virus vivos o atenuados (ej.: varicela, sarampión, rubeola, paperas, fiebre amarilla), pero sí puede recibir vacunas de virus muertos o inactivados (ej.: tétanos, neumococo, hepatitis A y B).

Debe vacunarse contra la gripe y contra el Covid-19.




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             Actividad sexual

Qué tan pronto esté listo para mantener relaciones sexuales luego del trasplante dependerá de la evolución de la cirugía y de cómo se sienta. Es necesario consultar con el médico sobre el tiempo prudencial antes de reiniciarla.

Recordar que las prácticas del sexo seguro son importantes para evitar el riesgo de contraer enfermedades trasmitidas sexualmente y que los pacientes trasplantados tienen un riesgo mayor por el consumo de inmunosupresores.

             Anticonceptivos y embarazo
       
Durante el primer año del trasplante es importante que la mujer trasplantada no                   quede embarazada.

Al reiniciar la actividad sexual luego del trasplante, debería utilizar un método anticonceptivo apropiado. Los métodos de barrera de concepción son los más recomendados (preservativos, diafragmas, etc.), en tanto no se recomienda el uso del DIU por el riesgo de infección, ni el uso de anticonceptivos orales porque pueden alterar la función hepática.

Es aconsejable planificar el embarazo en conjunto con su hepatólogo y su ginecólogo, ya que algunos medicamentos para evitar el rechazo pueden ser riesgosos para el feto.

Mascotas


Si 
tiene mascotas, debe vigilarse mucho la higiene: mantener limpio al animal y su lugar de estadía y comida, evitar que duerma en su misma habitación y el contacto con sus heces, orina, saliva y vómitos.

Deben estar correctamente vacunadas, desparasitadas y seguir los controles veterinarios periódicos, así como cada vez que presente algún signo de enfermedad.

Son consideradas mascotas de alto riesgo para las personas inmunosuprimidas los reptiles, hámsteres, pollos, patos y los animales exóticos.

Plantas y Jardinería


Es 
recomendable utilizar guantes siempre que esté trabajando en el jardín, tener especial cuidado si se produce un corte en la piel, lavar frecuentemente las manos durante el trabajo de jardinería y evitar trabajar cerca de cúmulos de abono, hojas mojadas y materia orgánica descompuesta.

Regreso al trabajo o a los estudios


El 
regreso a estas actividades depende de la magnitud de la enfermedad antes del trasplante, del tiempo de recuperación que haya requerido y de las complicaciones que pudieron presentarse luego de la cirugía.

El alta será otorgada por el médico y podrá reanudar el trabajo de forma gradual. No deberá sentirse un enfermo ya que se encuentras física y psíquicamente preparado para llevar una vida similar a la de cualquier persona. La mayoría de los pacientes están listos para regresar a la actividad tres meses después del trasplante.

Conducir Vehículos


La 
mayoría de los pacientes pueden volver a manejar luego de transcurridas cuatro a seis semanas luego del trasplante, pero ello dependerá de sus períodos de recuperación, complicaciones y medicamentos.

Los reflejos pueden verse afectados por una hospitalización prolongada o por algunos medicamentos, por lo cual es necesario discutir este tema con el médico de trasplante antes de decidir conducir.

Viajes


Siempre 
que planifique viajar, se debe mantener informado al médico, quien evaluará el destino y sus condiciones sanitarias. Se debe procurar llevar medicación que exceda el tiempo planificado de estadía e incluso una copia de su historial médico.



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¿Cómo sentirme mejor en la nueva vida?

Luego del trasplante el primer objetivo debe ser recuperarse para alcanzar una buena calidad de vida y de forma estable. A los pocos meses del trasplante, la mayoría de los pacientes están en condiciones de retomar con normalidad su vida cotidiana. En algunos casos no pueden volver a realizar el mismo nivel de actividad previo a la enfermedad, lo que vuelve fundamental hacer una adaptación personal, familiar y del entorno social. Es buena cosa hacer una planificación del tiempo para realizar diversas actividades que resulten gratificantes, lo que permitirá mejorar el estado de ánimo, acelerando el proceso de recuperación física, aumentar la autonomía y elevar la autoestima.

Tener presente de incluir algo de actividad física, no incluir actividades sedentarias y pasivas, incorporar rutinas que incluyan progresivamente tareas domésticas, de estudio o de trabajo.


 

¿Cuál es mi rol como familiar del paciente?

·         Estar bien informado. Conocer todo el proceso facilita estar preparado para afrontarlo, así como tener una visión más realista y positiva de éste.

·         Compartir sus preocupaciones con los demás le hará sentir más acompañado, seguro y tranquilo. Aceptar las propuestas que le puedan hacer para ayudar y participar en el cuidado.

·         Ser un punto de apoyo durante el tratamiento. Transmitir al enfermo que se está junto a él. Facilitar la expresión de emociones, respetando los momentos de desahogo necesarios para la persona enferma. Escuchar. Aguantar los silencios.

·         Evitar aconsejar en exceso. Ser neutro, no enfatizar el lado positivo (“podría haber sido peor”).

·         No mentir. Es perjudicial que la familia y el paciente tengan información distinta sobre el diagnóstico, pronóstico y tratamiento.

·         No “recetar” emociones. En lugar de decir “estoy seguro de que te sientes deprimido”, mejor preguntar: “¿Cómo te sientes?”.

·         Respetar y creer al enfermo. En ocasiones el aspecto saludable de nuestro familiar nos hace olvidar que tiene una enfermedad que le puede presentar alguna limitación.

·         Favorecer la autonomía del paciente. Evitar sensaciones de aislamiento e inutilidad. En la medida de lo posible el enfermo debe mantener las mismas responsabilidades que tenía o cambiarlas por otras más acordes a su situación actual.

·         Animar y ayudar a que siga un estilo de vida saludable. Podemos solidarizarnos en ocasiones con él y comer la misma comida, no beber alcohol delante de él, hacer deporte, etc.

·         ¡Pedir ayuda!. Los familiares pasan miedo, impotencia por no saber qué hacer, angustia, tristeza y otras tantas emociones. Y además se exigen a sí mismos ser fuertes, no derrumbarse, aguantar… La persona que acompaña o cuida al enfermo está sometida a un estrés muy fuerte y es importante cuidarla y que se deje cuidar.


 

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¿Cómo puedo manejar las distintas emociones que aparecen en el proceso?

El proceso de trasplante no será fácil. Tanto el paciente como su familia vivirán momentos difíciles, de preocupación e incertidumbre sobre el futuro más inmediato. Los sentimientos de tristeza, enojo, miedo, frustración, culpa... son naturales en esta fase, ya que todos tenemos miedo ante situaciones desconocidas. El proceso de trasplante es largo y complejo, por lo que es importante estar y sentirse informado/a, así como resolver las dudas y preocupaciones con los familiares y el equipo médico y de enfermería. Compartir con las personas próximas cómo se siente, darse permiso para llorar, e incluso enojarse si lo necesita. Se sentirá mejor si no esconde sus sentimientos. En el momento de recibir la llamada para el trasplante, lo más probable es que tanto el paciente como su familia experimenten sentimientos contrarios. Por una parte, sentirán inquietud, cierto miedo y preocupación por la intervención, pero, por la otra, habrá llegado el momento que estaban esperando y la oportunidad de que el paciente se recupere, mejore su salud y se sienta mejor día a día.

Durante todo el proceso, cuando no entienda alguna de las cosas que dice el Equipo de salud, comente abiertamente que no entendió y pida que lo vuelvan a explicar. Es bueno que se involucre en el proceso, por lo que no dude en preguntar cuando le hagan una prueba, qué es lo que hacen y por qué lo hacen.

Durante el proceso es normal que haya cambios de ánimo; a veces se sentirá más alegre, en otros momentos estará triste, con miedo o rabia, como si estuviera en una montaña rusa. Intente no guardarlo sólo para uno mismo, está bien sentirse así, y compartirlo es una forma de afrontar estas emociones.

Poder hablar sobre las emociones también es importante para quienes le acompañan.

Todas las personas que pasan por un proceso de trasplante pueden beneficiarse con algún tipo de apoyo. Este puede provenir de distintos ámbitos: dentro de la propia familia, entre los amigos, en los grupos de apoyo, en las fundaciones y asociaciones.

El tipo de apoyo más adecuado para cada paciente depende de distintos factores, entre otros, su situación personal y su estado emocional.

Además, también puede contactar con otros pacientes o familiares que han pasado por su misma situación a través de la Asociación de Trasplante Hepático (ATRAHE).


 

¿Qué es ATRAHE? ¿De qué forma puede ayudarme?

ATRAHE es una Asociación Civil sin fines de lucro, fundada el 7 de noviembre de 2012.  Quienes integramos la Asociación somos un conjunto de uruguayos (profesionales de la salud, pacientes hepáticos y familiares) a los que nos une el deseo de trabajar en pos de mejorar la calidad de vida de personas en proceso de trasplante y de sus familias desde una perspectiva integral (social, cultural, de educación en salud y propiamente médico).

Desde su creación, y particularmente desde 2017, ATRAHE ha desarrollado acciones de apoyo y contención a los pacientes y sus familiares, algunas de las cuales impactan en la comunidad.

Nuestros principales objetivos consisten en:

 

·         a) prevenir las enfermedades hepáticas y sus consecuencias, así como promover y sostener la salud y calidad de vida de los pacientes que se tratan por afectaciones hepáticas

·         b) promover la donación de órganos y de sangre

·         c) sustentar y desarrollar el capital humano y los bienes materiales que conforman el Programa Nacional de Trasplante Hepático.


 

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